Cuenta con una rejilla colocada en la parte inferior de su cuerpo, con la cual chocará nuestra hierba mientras lo agitamos, lo que hará que todo el polen que incluya, caiga hacia su parte inferior. Posteriormente solo tendremos que quitar la tapa y encontraremos toda la base llena de polen, la cual podremos rascar para obtener de la forma más sencilla nuestra resina.
Una vez dispongamos del polen podremos almacenarlo en polvo o hacernos nuestras placas utilizando prensas, de manera que nos sea bastante más sencillo almacenarlas